"Esta
copa nos fue presentada por el Hermano y la Hermana Willard Collins de Jeffersonville, Indiana. |
LA ORACIÓN DEL PROFETA ANTE LA MESA DEL SEÑOR
En mis manos tengo el pan partido, de apariencia arrugada, representando el cuerpo de Jesucristo. A través de este velo roto, tenemos nosotros acceso al Lugar Santísimo.
"Nuestro Padre Celestial, este pan ha sido preparado para representar ese cuerpo quebrantado y partido. Al recibirlo cada uno de nosotros, que sea como que literalmente hubiésemos participado en aquel acto. Que tengamos el perdón de nuestros pecados, y el libre acceso al Lugar Santísimo, para así vivir en Tu presencia en nuestra vida futura, como también los días que habremos de vivir sobre esta tierra, y luego estar para siempre contigo en la eternidad. Concédelo Padre. Bendice este pan para ese propósito. En el Nombre de Jesús. Amén.
La Biblia dice: "Después de haber tomado y partido el pan, asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: 'Esta copa es el Nuevo Pacto en Mi Sangre, la cual es derramada para vosotros.'" Que el Señor añada sus bendiciones sobre esto mientras oramos.
Señor Jesús, tengo aquí la sangre de la vid, el jugo de la uva. Y Padre, es para representar aquella Sangre preciosa que nos limpia, de donde vino la Señal. Te doy gracias por Ello, Padre, y por este símbolo. Tú dijiste: "El que come y bebe de esto tiene Vida Eterna, y Yo lo levantaré nuevamente en el día postrero." Te damos gracias por esta promesa.
Padre, rogamos que nos limpies el corazón a cada uno, que así seamos dignos por medio de nuestra fe, conociendo dentro de nosotros mismos que no somos dignos, pero nuestra fe no fallará, y que recibamos perfectamente la Sangre de Jesucristo. Concédelo, Padre.
Y santifica el vino para su propósito. Que todo aquel que tome de este vino, y coma de este pan, que tenga fuerza para la jornada que queda por delante. Concédelo Señor. Que sean todos sanados, fortalecidos, y llenos de Tu Espíritu hasta que venga Jesús. Amén."
EL PAN KOSHER (JUDÍO)
En
el tiempo del Éxodo de los Israelitas de Egipto, las Escrituras nos dicen
que tuvieron que llevar "su masa antes que se leudase", Éxodo 12:34. Desde aquel día, este evento se ha conmemorado durante la fiesta
Judía de la Pascua al comer la Matza,
un pan sin levadura.
La palabra Kosher se refiere al alimento que ha sido preparado de acuerdo a las recetas judías tradicionales. |
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1.
Se mezcla harina y agua para formar una masa blanda.
2. La masa se amasa suavemente, luego se aplana muy delgado sobre una superficie con harina. 3. Se coloca la masa delgada en un sartén pesado que ha sido precalentado. No se necesita aceite. Se le abre unos tres o cuatro agujeros en la masa con un tenedor, para que permanezca plano mientras se cocina. Se le da vueltas una vez para que se cocine por los dos lados. |
20 kilogramos de uvas Concord Una vasija grande de barro cocido o de loza Tela de estopilla (Una tela para poder colar) Azúcar Botellas en donde poner el vino 1. Primero se lavan las y luego exprímalas en una vasija junto con las cáscaras. Se amasan las uvas y las cáscaras. 2. Se añade agua a la vasija hasta cubrir las uvas. Se cubre la vasija con varias capas de tela de estopilla y se deja reposar por dos días. 3. Después de dos días se pasa todo por un colador. Se guarda la pulpa en una vasija aparte. 4. A través de la tela de estopilla se pasa el jugo del paso #3, y se vuelve a colocar en la primera vasija. 5. La pulpa que resultó del paso #3 se cubre con agua y se mezcla bien. Luego se exprime esta pulpa a través de la tela de estopilla y se añade este jugo en la vasija. |
EL VINO PARA LA SANTA CENA
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6. Por cada cuatro litros de jugo se le añade medio
kilo de azúcar. Se sujeta bien la tela a la vasija, y se coloca la vasija
sobre una bandeja. Si el jugo llega cerca de la orilla de la vasija existe
la posibilidad de que se desborde cuando el jugo comience a 'trabajar'.
7. Cada día por los próximos tres días se le quita la espuma que se va formando en la superficie del jugo, luego se le añade una taza de azúcar y se vuelve a sujetar a la tela. 8. A partir del tercer día no se le añade más azúcar, pero si se sigue quitándole la espuma cada día. Después de varios días el jugo ya habrá terminado de 'trabajar' y no habrá más que quitarle. 9. Se cuela el jugo final (vino) a través de tela de estopilla y se mete en botellas. Esta receta debe producir de 6 a 8 litros de vino. Esta receta fue empleada por el Hermano Doc Branham por muchos años en el Tabernáculo Branham en Jeffersonville, Indiana. Con esta receta se produce el vino rojo oscuro que el Hermano Branham prefería para la Santa Cena. |
Hay tres cosas que debemos hacer, como símbolos: la cena del Señor, lavamiento de pies, y bautismo en agua.
Uno no debe tomar la cena del Señor o la santa cena como tradición. Uno lo toma por cuanto es el amor en Dios en su corazón, guardando los mandamientos de Dios. Por eso es que uno la toma.
"Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros". Vean, así nos dice la Biblia. Si uno no lo hace, no tiene Vida. Entonces allí lo tienen, más o menos, mostrando que uno tiene vergüenza de identificarse como Cristiano, por razón de la vida que uno vive. Entonces esto en verdad es el reto. Si Ud. no lo hace, Ud. no tiene Vida. Y si Ud. lo hace indignamente, Ud. es culpable del cuerpo del Señor.
Cuando tomamos esto, eso muestra a la iglesia que: "Yo creo toda la Palabra de Dios. Yo creo que El es el Pan de Vida que procede de Dios del Cielo. Yo creo toda Palabra que El dice ser la Verdad, y por medio de eso vivo yo hasta lo mejor de me conocimiento, Dios siendo me Juez. Yo no juro, yo no digo malas palabras, yo no hago estas cosas por cuanto amo al Señor, y el Señor lo sabe y responde por mí. Por lo tanto, mis hermanos y hermanas, yo tomo esta porción de Su Cuerpo, mostrando que no estoy condenado con el mundo".
¡Es una bendición! Yo pudiera dar muchos testimonios de casos donde he llevado esto a la cama de los enfermos, y ellos han sanado.
Recuerden, cuando Israel tomó el tipo de esto, ellos caminaron por cuarenta años en el desierto y sus ropas no se gastaron, y llegaron sin ni siquiera un solo enfermo entre todos ellos (y eso fue entre dos millones de personas). Si el cuerpo de un animal de sacrificio logró eso para ellos allá, ¿qué no hará por nosotros el Cuerpo de Jesucristo,
Emmanuel? Lleguemos ante la mesa de la comunión con toda reverencia. Mostremos toda reverencia.
Tomado del mensaje Comunión, por William Branham, 12 de diciembre de 1965. Estas fueron las últimas palabras habladas públicamente por el Hermano Branham antes de su partida el 24 de diciembre de 1965.
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