"Un Lugar Para mi Familia"

 


La Casa en Tucson con el estudio y museo al lado derecho.

 

Ubicado en las colinas que están situadas entre el lugar ventajoso del águila y el arroyo seco que acentúa la línea divisoria entre la montaña y el valle, está el hogar que el Hermano Branham escogió para su familia.

En 1964, en la parte noroeste de Tucson existían pocas casas y mucho desierto. Los hogares bien esparcidos estaban diseñadas para combinar bien con el ambiente, y los jardines alrededor eran de plantas nativas y de piedras. El Hermano Branham y su esposa buscaron por varios meses antes de decidir en la casa de techo plano de tres recamaras y hecho de ladrillo color rosa. En una zona conocida como 'Vista de las Candelas,' la casa estaba sobre una loma y al final de una calle sin salida. Desde la entrada se aprecia una vista panorámica de la montaña Catalina; desde el patio de atrás, de noche se aprecian todas las luces de Tucson como una alfombra debajo del cielo lleno de estrellas.

No era la casa más sobresaliente del área, pero sí estaba en un buen precio para esa parte de Tucson. Pero de mayor importancia, estaba a suficiente distancia de la zona comercial del pueblo para servir como un refugio quieto para la familia. Lo único que le faltaba era un cuarto que sirviera de estudio y museo, pero había más que suficiente lugar donde construirlo en la propiedad que medía un acre. El Hermano Branham ya sabía exactamente como deseaba colocarlo. Tenía que tener la vista hacia la montaña, para que cuando estuviera sentado estudiando en su sillón, pudiera apreciar los cañones profundos de la montaña Catalina. El tenía una razón especial en desear que fuera de esa manera.

La construcción del estudio y la preparación de la casa para recibir a los habitantes tomó varios meses. El Hermano Roy Borders, el gerente de las campañas evangelísticas del Hermano Branham y que también después llegó a ser el editor de Spoken Word Publications, diseñé la hermosa estructura. Años antes el Hermano Branham había cortado de una revista de cacería una fotografía de un estudio y museo, y ahora le había pedido al Hermano Borders que incorporara algunas de esas ideas en el diseño de su propio estudio. El Hermano Banks Wood, el amigo Intimo del Hermano Branham y su vecino, y a la vez un carpintero experto, se mudé a Tucson por varios meses para ayudar en la construcción.

Al terminarse, en verdad era una obra maravillosa. El piso de losa, la chimenea de piedra nativa, y la pintura mural combinaron para formar el respaldo perfecto para los trofeos especiales que se habrían de exhibir. Y desde la porción que era el estudio, el Hermano Branham podía apreciar las montañas que tanto amaba.

Ya para fines del verano de 1965, mudaron los trofeos desde Jeffersonville al nuevo lugar en Tucson. El Hermano Branham personalmente colocó cada trofeo, y arregló los rifles a su gusto.

Para el Hermano Branham, los trofeos en su estudio representaban mucho más que simples recuerdos de sus múltiples viajes de cacería. Cada uno era un testimonio de la gracia y la generosidad que el Señor le habla concedido a través de su vida, y cada uno tenía un significado muy especial. El caribú y el oso habían sido visto anteriormente en una visión; un cierto venado Lo había desafiado en el bosque por quince años, y el puma había reencendido los sueños que había tenido desde niño.

Cuando todo se había completado, y cada cosa estaba en su lugar, el Hermano Branham observó todo el hogar y el estudio y dijo: "Esto no es para mí, es para mi familia."

Unos días después, el 18 de diciembre de 1965, la familia emprendió un viaje hacia Jeffersonville, para pasar unos días de vacación, con el plan de mudarse a la casa nueva al volver. Esa misma tarde, cerca de Friona, Texas, el automóvil en que viajaban fue chocado por un chofer borracho, críticamente lastimando al Hermano Branham, la Hermana Branham y Sarah de catorce años. Seis días después, en la Noche Buena, el siervo de Dios fue llamado a Casa.

Desde 1981, cuando partió la Hermana Branham, George y Rebekah Smith y sus hijos han vivido en la casa en Tucson. El museo esté abierto para los que llegan de visita, y cada año centenares de Creyentes de todo el mundo vienen para observar este pequeño memoráculo a un profeta que en verdad era un hombre del desierto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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En el centro de la museo está la mesa hecha de un trozo de madera secoya de California. Sobre la mesa está una águila dorada, la cual fue un regalo. Atrás está el puma y el leopardo y en la pared está el mural pintado a mano.

 


'Blondie' el rifle favorito.

 


Cuando remodelaron la casa en Jeffersonville en 1980, algunos muebles fueron llevados al museo de la casa en Tucson. El sillón al lado derecho era donde se sentaba el profeta.


El caribú con el cuerno que mide 42 pulgadas, exactamente como fue mostrado en la visión.


"El oso me vio, y de repente ahí venía. Yo disparé, pero no parecía hacerle ningún daño. ¡Todavía venía! Pero antes de que pudiera introducir otro cartucho al rifle, el oso murió como a cincuenta metros."